jueves, 23 de octubre de 2014

Biografias: Merlin


Merlín fue un gran y famoso mago galés que vivió, presuntamente, en el siglo VI, y se trata de una de las figuras centrales del ciclo artúrico. Sin embargo, otra hipótesis es que Merlín no hace referencia al nombre de una persona sino a un título, como lo fuese el título de druida. Es el mago más famoso de la historia europea, e inspirador de muchos magos de la literatura universal.
Según el especialista bretón Jean Markale, Merlín es una figura polifacética que personifica diferentes arquetipos del mundo mítico celta; como el druida, el bardo, el hombre salvaje, el chamán y el profeta.

Biografía
La historia de Merlín está repleta de misterios y como su vida está relatada principalmente por obras literarias, o de poco valor histórico, se hace difícil señalar la fecha exacta de su nacimiento.
Según algunas leyendas, Merlín fue engendrado por un demonio, un espíritu corrupto que se unió ilícitamente a una monja. En algunas obras la madre de Merlín no es una monja, sino la hija célibe de un rey menor de Gales del Sur, aunque también se menciona a una bruja del bosque. Otras versiones menos truculentas sugieren que Merlín fue concebido por su madre sin ninguna intervención masculina. Finalmente, otros creen que lo engendró la fuerza mágica de la antigüedad. Por otro lado una versión más apegada a la historia dice que Merlin o Myrddin Emrys en galés, fue hijo bastardo de uno de los reyes de Britania: Aurelius Ambrosius, hermano mayor de Uther Pendragon.
En todo caso, parece ser que Merlín fue creado al principio para atraer a los humanos al lado oscuro que todo hombre guarda, pero al crecer decidió hacer precisamente lo contrario: se convirtió en guía espiritual de su época, y en consejero de diferentes reyes, como el usurpador Vortigern, Aurelius Ambrosius, Uther Pendragon y el famoso Arturo de Camelot.
Se considera a Merlín el mago más poderoso de la epopeya artúrica. Según se cuenta en las diferentes obras literarias que lo tienen de protagonista, era capaz de hablar con los animales, de cambiar de forma, de hacerse invisible, y también de controlar el clima y los elementos, aunque estas habilidades las empleaba con sumo cuidado para no enfurecer a la naturaleza, la «diosa más poderosa». En la novela medieval Lancelot y Ginebra se contaba de él lo siguiente: "Conocía la esencia de todas las cosas, su transformación y su renovación, conocía el secreto del Sol y de la Luna, las leyes que rigen el curso de las estrellas en el firmamento; las imágenes mágicas de las nubes y el aire; los misterios del mar. Conocía los demonios que envían sueños bajo la Luna. Comprendía el grito áspero de la corneja, el volar cantarín de los cisnes, la resurrección del fénix. Podía interpretar el vuelo de los cuervos, el rumbo de los peces y las ideas ciegas de los hombres, y predecía todas las cosas que sucedían después."
Se decía que Merlín tenía contactos con las hadas, los gnomos, e incluso con los dragones; se le considera el único hombre que se ganó el respeto y la admiración de estos monstruos, no sólo por su bondad y sabiduría sino por sus dotes artísticos (fue un maestro de la poesía y la literatura).
Acabó sus días en el bosque de Brocelianda (Bretaña), donde fue recluido en un árbol por su compañera Nimue, la Dama del Lago. Markale interpreta el mito de la prisión merlínica en el bosque, como el símbolo de la unión cósmica entre el hombre y la naturaleza. Otras versiones mencionan que la celda en que fue recluido fue una cueva, y otras, una jaula de cristal. Según se cuenta, allí está todavía, esperando que alguien lo libere.

Leyenda del Rey Arturo
Nacimiento de Arturo

 Se dice que solo gracias a Merlín pudo Arturo reinar tan sabiamente sobre Camelot. Lo que si es cierto es que Merlín fue un gran ejemplo y fuente de sabiduría para Arturo.
Su relación con Arturo comenzó tan pronto como nació éste. Uther Pendragon, Gran Rey de Britania, se enamoró locamente de Lady Igraine cuando esta acudió a su castillo acompañando a su esposo, el duque de Tintagelo (Gorlois). Uther comenzó a obsesionarse con la hermosa dama, hasta que Gorlois decidió llevarla a Tintagel y encerrarla ahí, lejos del rey. Uther pidió ayuda a Merlín, que le proporcionó un brebaje que cambiaría su aspecto: Sería idéntico a Gorlois, y podría entrar en Tintagel y acostarse con la Duquesa, mientras el auténtico Duque estaba peleando en el castillo de Dimilioc. Cuando Uther abandonó el castillo Merlín le hizo prometer que le daría al niño que nacería de aquella noche de pasión. A la mañana siguiente, el Duque Gorlois fue muerto en combate en Dimilioc, de modo que Uther e Igraine pudieron casarse. El Rey acogió a la viuda en su castillo, y con ella a las dos hijas (en otras versiones son tres) que Igraine y Gorlois habían tenido. Cuando nació Arturo, Uther recordó la promesa hecha al brujo. Merlín sacó al pequeño Arturo del castillo de su padre y lo llevó con Sir Héctor, quien lo crio como hijo suyo junto con Kay.

Arturo Rey
Cuando el Rey Uther murió, muchos reyes menores, como Lot de Orkney, el rey Uriens de Gorre o sir Pellinore se disputaban el trono de Britania. Por aquel entonces, Arturo tenía dieciséis o diecisiete años. Merlín lo llevó a un sitio donde se hallaba una espada mágica, llamada Excalibur; se decía que quien sacara esa espada de la piedra sería por derecho rey de Inglaterra, sumida por entonces en el caos. Arturo fue el único capaz de sacar la espada, y, más tarde o más temprano, los reyes menores lo reconocieron como Gran Rey; después de ello fundó la ciudad de Camelot. Se dice que Merlín tenía intención de volver al bosque donde vivía pero finalmente debió regresar a Camelot para guiar a su discípulo en sus deberes reales. Uno de los asuntos en los que Merlín debió ayudar a Arturo fue el nacimiento de Mordred: Unos días antes de sacar la espada de la roca, Arturo llegó a Londres con Kay y sir Héctor, se enamoró de una hermosísima joven llamada Morgana, que era la mujer del Rey Uriens. Arturo y ella se citaron en secreto y pasaron la noche juntos. Morgana no sabía que Arturo era el hijo de Uther, y Arturo no sabía que Morgana era hija de Gorlois e Igraine, es decir, su media hermana. Nadie supo de esto, excepto Merlín. Cuando Arturo se convirtió en rey, Merlín le predijo que el hijo que había engendrado con Morgana lo destruiría(según otras versiones Arturo tuvo a Mordred con otra media hermana, Morgause). El Rey hizo que se dejasen a todos los niños nacidos el primero de mayo en un bote a la deriva, pero Mordred se salvó, aunque él no lo supo hasta mucho después. Cuando Arturo se quería casar con Ginebra, Merlín le aconsejó lo contrario, y le dijo que se merecía una esposa mejor y más leal, pero Arturo estaba locamente enamorado de ella, y la hizo Gran Reina de Britania.

El fin de Merlín
Cuando Merlín era bastante anciano, conoció a una joven muy hermosa, llamada Nimue. Era hija del Rey de Nothumberland, y Merlín perdió la cabeza por ella. Le comenzó a enseñar encantamientos muy poderosos a cambio de que se convirtiera en su amante. Incluso le edificó un palacio en el fondo de un lago y le dio el nombre de Dama del Lago. Con el tiempo la joven Nimue empezó a temerle puesto que era hijo de un demonio, y le preguntó el hechizo para atrapar a un hombre. Merlín se lo confesó, y la joven maga lo aprisionó para siempre en una prisión de cristal, o según otras versiones, en una roca o en un árbol, del que Merlín no podía salir, pero ella podía entrar y salir cuando quisiera.

El Merlín histórico
La leyenda de Merlín viene de dos fuentes históricas fundamentales: La tradición de Lailoken y la historia de Ambrosio el Niño.
Lailoken era un bardo y poeta que vivía en el actual Strythclide (suroeste de Escocia), y era un importante consejero del rey bretón Gwenddolau. Cuando su señor fue derrotado y muerto en la batalla de Arfderydd (actual Arthuret) en el año 574, se sumergió en la locura y abandonó la civilización. Huyó a los bosques de Celidon donde pasó tres días sollozando y allí se dedicó a profetizar en compañía de un lobo. Así relata la tradición su historia:
Lloró durante tres días y rechazó todo alimento, ¡así de grande era el dolor que le consumía! Fuera de sí, alzó su voz en el aire y tras ello, sin ser visto, huyó a los bosques. Así es como hizo su entrada en Celidon y era feliz de vivir entre los fresnos, y se asombró al ver a los animales salvajes viviendo en los claros. Bien pronto dejó de temerlos y comenzó a frecuentarlos. Se alimentaba de plantas silvestres y de sus raíces, gustaba de los frutos de los arbustos. Se convirtió en un iniciado de los bosques.
La leyenda de Lailoken fue transportada a Gales donde el personaje tomó el nombre de Myrddin. Se trata de un mito pancéltico que está presente también en Irlanda, lugar en el que los ciclos mitológicos recogen la historia del bardo Suibhne.
La otra fuente del mito lo constituye la figura de Ambrosio el Niño quien profetizó en la fortaleza de Dinas Emrys la victoria del dragón blanco (que representaba a los sajones) sobre el dragón rojo (emblema de los Pendragon y aún hoy símbolo nacional galés). Cabe aclarar que el Ambrosio histórico nada tuvo que ver con el rey Arturo, y que fue en realidad Geoffrey de Monmouth quien pone esas palabras en su boca.
La forma actual del nombre Merlín fue fijada por el cronista galés Geoffrey de Monmouth, que alteró el original galés para evitar resonancias con el francés merde (mierda).

miércoles, 22 de octubre de 2014

Paganismo


Pagano (del latín paganus, que significa ‘habitante del campo’, ‘rústico’) es un concepto que se encuentra por primera vez en inscripciones cristianas de principios del siglo IV en el ámbito cultural del Imperio romano para designar a quienes en aquella época adoraban a los dioses y, por ende, rechazaban o desconocían la creencia en un Dios único que, según la fe judía y cristiana, se habría revelado en la Biblia.

En similar sentido se utiliza el término gentil, aunque su origen es diferente. Al traducirse la Biblia del griego koiné al latín (Vulgata), se eligió el término gēns (de donde deriva la palabra gente) para significar sucesivamente el linaje, la raza, el pueblo y el país. En plural, gentes se utilizaba para designar a los extranjeros, en contraposición a los romanos, y en el mismo sentido se utilizó el diminutivo «gentiles», que aparece en la lengua francesa del siglo XV.[] De allí que en el cristianismo se adjudiquen a Pablo de Tarso, casi indistintamente, los títulos de «Apóstol de los gentiles»,[] «Apóstol de las naciones»,[] o «Apóstol de los paganos».[]

Aunque algunos paganos podían tener creencias filosóficas de tipo monoteísta, se diferenciaban de los judíos, cristianos y musulmanes en que no consideraban a los textos sagrados de las religiones abrahámicas como auténticos ni rechazaban las prácticas tradicionales de veneración a los dioses, que éstas calificaban de idolatría.

El término pagano y sus equivalentes en otros idiomas también han sido utilizados por corrientes cristianas para designar a otras que se definen como cristianas pero conservan cultos sincréticos que recuerdan al paganismo. Por ejemplo, en la Iglesia de Bizancio los iconoclastas consideraban paganismo el culto a las imágenes de los iconodulas. Para algunos protestantes el culto a los santos de la Iglesia ortodoxa, de la Iglesia copta, de la Iglesia anglicana y de la Iglesia católica, (entre otras iglesias) sería una especie de paganismo. Igualmente, algunos eclesiásticos católicos europeos calificaban como semi-paganas prácticas sincréticas de los nativos americanos o asiáticos evangelizados.

Durante siglos los textos que utilizan este término son principalmente cristianos. Sin embargo, desde el siglo XIX, el desarrollo de un ocultismo ilustrado en la civilización occidental ha llevado a que algunos cultos se definieran a sí mismos como paganos y recuperen antiguas tradiciones paganas europeas. Es lo que a veces se llama neopaganismo. Aunque el término pagano ha sido usado para referirse a las religiones politeístas como el hinduismo, el animismo, el vudú y las religiones afroamericanas, el chamanismo amerindio, el shinto, la religión tradicional china, y erróneamente hasta al budismo, lo cierto es que estas comunidades religiosas muy frecuentemente prefieren otros términos.

martes, 1 de julio de 2014

La adivinación

Es la práctica que intenta descubrir conocimientos ocultos y penetrar en los acontecimientos —pasados, presentes y futuros— a través del contacto directo o indirecto de la inteligencia humana con lo sobrenatural. Esta práctica estuvo estrechamente ligada con la religión entre los paganos, los hebreos y los primeros cristianos.


El contacto con lo sobrenatural se busca normalmente a través de un médium psíquico, una persona supuestamente dotada de una receptividad especial. En la adivinación directa, el médium recibe el conocimiento a través del contacto directo con lo desconocido. El oráculo, un médium o adivino que figuraba como persona destacada en las creencias de diversos pueblos antiguos, incluyendo Babilonia y Grecia, simbolizaba el método mediúmnico. Los oráculos empleaban varias técnicas para establecer contacto con la divinidad. Algunos, como el oráculo de Delfos, entraban en un trance y en esta condición proferían mensajes divinos. Otros practicaron la oniromancia, o adivinación a través de los sueños, y la necromancia, el arte de suscitar revelaciones de las almas de los muertos. El método directo de adivinación es muy cercano al moderno espiritismo.

La realización del contacto indirecto o artificial con lo sobrenatural depende de la interpretación de un médium del comportamiento de animales y fenómenos naturales que podrían comunicar mensajes de lo sobrenatural. En la antigüedad, los métodos inductivos o artificiales de adivinación más comunes fueron el sortear o echar a suertes; la aruspicina, lectura de las entrañas de los animales; y la ornitomancia, estudio de la actividad de los pájaros. En la antigua Roma, los augures y sacerdotes llevaban a cabo sus adivinaciones en elaboradas ceremonias llamadas augurios, donde leían auspicios o pronósticos. Para determinar la voluntad de los dioses, empleaban la aruspicina, la ornitomancia, y la interpretación de los sueños y visiones como formas de adivinación. Estos augures, miembros de una escuela que existió en Roma desde su fundación hasta finales del siglo IV a.C., detentaban un enorme poder. Ningún romano se embarcaba en una empresa importante sin haber consultado con los arúspices si los auspicios le eran favorables. Las formas de adivinación inductiva más conocidas en la actualidad son la astrología; la cristalomancia o contemplación de cristales; la bibliomancia o interpretación de mensajes secretos en los libros, especialmente en la Biblia; la numerología, el estudio de los números; además de la quiromancia, las hojas de té y las cartas.

La adivinación en China siguió un camino diferente. En la dinastía Shang, se grababan y calentaban omóplatos de buey y caparazones de tortugas. De la forma de las grietas formadas en la inscripción después de calentarse se deducía un mensaje. Se cree que el fundador de la dinastía Zhou estableció las normas tradicionales de las líneas añadiendo los juicios de su significado. Su hijo, el duque de Zhou, se dice que compuso los comentarios. La recopilación de juicios se conoce como Teuan y los comentarios como Yao. En tiempos de Confucio se añadieron textos adicionales, las Alas. El resultado fue el libro conocido como I Ching ('Libro de las mutaciones'). Las interpretaciones que se encuentran en las Alas son a veces atribuidas a sabios de la dinastía Han.

El principio cosmológico que subyace en el I Ching es sencillamente el del cambio. El cambio es el movimiento entre las fuerzas cósmicas del yin y del yang, que están representadas por las líneas enteras y divididas de los patrones tradicionales, los ocho trigramas y los 64 hexagramas que se forman a partir de ellos al echar la suerte (en la actualidad se realiza tirando monedas o separando manojos de palillos de milenrama y calculando su configuración resultante). Tres líneas yin divididas significan tierra; tres líneas enteras yang significan cielo. Así, los 64 hexagramas representan todas las situaciones posibles o cambios en la creación. El estudio de los hexagramas proporcionará una descripción del Universo en ese determinado instante, dentro de su proceso eterno de cambio, y dará indicios del desarrollo de su curso futuro.

martes, 10 de junio de 2014

Signos y Simbolos

Aquí os dejo el libro ilustrado de signos y símbolos para que le echéis un ojo. opinión buena de mi parte, muy interesante.

martes, 21 de enero de 2014

biografías: Grigori Rasputin

Grígori Yefímovich Rasputín (1872-1916), místico y cortesano ruso, cuya profunda influencia sobre la familia imperial constituyó un escándalo en la Rusia prerrevolucionaria. Nació en Pokróvskoie (Siberia). No recibió ninguna formación y fue campesino hasta 1901, año en el que abandonó a su familia para dedicarse a predicar sus enseñanzas. No tardó en adquirir popularidad tanto por sus supuestos poderes curativos como por su conducta licenciosa. Realizó una visita a San Petersburgo (capital del país por aquel entonces) en 1905 y fue presentado en la corte, donde causó un gran impresión a la emperatriz Alejandra Fiódorovna. Rasputín pasó a ser el personaje con más ascendiente dentro del séquito de la zarina porque hizo creer que podía aliviar el sufrimiento de su hijo, Alexis Nikoláievich (heredero del trono de Rusia) que padecía hemofilia. A partir de 1911 Rasputín designó a muchos altos funcionarios del gobierno, la mayoría de los cuales fueron poco competentes. Una vez comenzada la I Guerra Mundial, cuando el zar Nicolás II se dirigió al frente de batalla para asumir el mando del ejército, Rasputín pasó a controlar el gobierno. Sus famosas orgías escandalizaron a la opinión pública rusa y circularon rumores de que conspiraba en favor de Alemania. Se le conocía por el sobrenombre del Monje Loco y su comportamiento comenzó a suscitar odios. Finalmente fue asesinado por un grupo de aristócratas que le habían invitado a una fiesta en la noche del 29 al 30 de diciembre de 1916. Se le considera uno de los responsables del descontento que terminó por provocar el estallido de la Revolución Rusa un año después y la consiguiente caída de la monarquía.
Este es un documental sobre la vida de Rasputín, aquí os dejo el video:
UN VIDEO DE: AZULWALTER
 
 

viernes, 17 de enero de 2014

el ocultismo

Ocultismo (en latín, occulere, ‘ocultar’), creencia en la eficacia de una serie de prácticas, tales como la astrología, alquimia, adivinación y magia, basadas en el conocimiento esotérico u oculto acerca del Universo y sus fuerzas misteriosas.

Este conocimiento incluye como característica propia el concepto de las correspondencias, relaciones entre entidades del Universo —estrellas, planetas, gemas, colores—y, por ejemplo, partes del cuerpo humano o sucesos de la vida, de manera que utilizando esos conocimientos se pueden lograr curaciones o conocer el destino. También puede incluir la creencia en seres intermediarios —ángeles, dioses menores, espíritus, maestros ascendentes— entre la humanidad y Dios, con quien, los que son capaces, pueden contactar. El verdadero conocimiento oculto se obtiene a través de la iniciación con aquellos que ya lo poseen o por el estudio de los textos esotéricos en los que se expone.

Existen corrientes ocultistas de conocimiento en casi todas las civilizaciones. El ocultismo occidental hunde sus raíces en las antiguas sabidurías populares y religiones de Babilonia y Egipto, en especial la registrada y transmitida por los filósofos herméticos y neoplatónicos. Con importantes aportaciones del misticismo judío de la Cábala, tuvo una importante presencia en la edad media, a través de astrología, la alquimia y los rituales mágicos ceremoniales que convocaban a los espíritus. Muchos sabios medievales importantes, como Roger Bacon o Paracelso, fueron en realidad enlaces entre el antiguo ocultismo y la ciencia moderna. Las grandes persecuciones de la brujería constituyen una parte siniestra de la historia de la Europa moderna (entre 1400-1700), cuando miles, si no millones, de mujeres fueron torturadas y aniquiladas por sacerdotes y clérigos bajo acusaciones de mantener prácticas ocultas. El ocultismo fue considerado cada vez más por la Iglesia como un culto relacionado con Satán.

A pesar de la religión y de la aparición de la ciencia moderna, el ocultismo mantuvo su presencia intelectual durante los siglos XVIII y XIX, aunque más valorado por su significado espiritual que por sus aplicaciones prácticas. Para el médico austriaco del siglo XVIII Franz Anton Mesmer, padre del hipnotismo moderno, el ocultismo era esencialmente una manera de afirmar la naturaleza fundamental del Universo como conciencia, así como del poder de la mente humana para interactuar directamente con él. Desde semejante perspectiva, el ocultismo encontró con facilidad su función en el romanticismo del siglo XIX, que preconizaba la recuperación de las tradiciones populares antiguas, el simbolismo y el poder creativo de la imaginación. Estos elementos fueron importantes en el nuevo modo de entender el ocultismo que se dio a mediados del mismo siglo bajo las formas del espiritismo, la Sociedad Teosófica (1875) y la Orden Hermética del Golden Dawn (1889). A estos dos últimos grupos pertenecieron un gran número de artistas, poetas e intelectuales.

Durante el siglo XX se ha desarrollado un renacimiento del ocultismo desde la contracultura de la década de 1960, con el resurgir de la astrología, los objetos adivinatorios y los rituales mágicos; e incluso más tarde en el movimiento New Age de las décadas de 1980 y 1990. Aunque muy criticado tanto por la Iglesia como por los científicos, el ocultismo parece saciar determinadas necesidades humanas profundamente arraigadas de significado, poder y expresión simbólica.
 

viernes, 10 de enero de 2014

la magia

Magia, arte de influir en el curso de los acontecimientos o adquirir conocimientos por medios sobrenaturales. La magia está relacionada con la alquimia, el ocultismo, el espiritismo, la superstición y la brujería.

El término deriva de la palabra magi (magia), uno de los elementos religiosos babilónicos que fueron incorporando los magos, casta de sacerdotes de la antigua Persia que se ocupaban de todo lo relacionado con lo oculto (véase Religión de Babilonia). Los griegos y romanos también practicaron la magia. Según los antropólogos, este tipo de creencias existen en la mayoría de las culturas primitivas. Sin embargo, ciertas prácticas, como la buenaventura, la comunicación con los muertos, la astrología y la creencia en los números y amuletos de la suerte, se han perpetuado en las culturas más avanzadas.

En las sociedades más simples, la magia se sirve de todos los conocimientos disponibles, incluidas las técnicas científicas y médicas. La ciencia moderna tiene su origen en prácticas y creencias mágicas. De este modo, la alquimia medieval estimuló el desarrollo de la química y la física modernas, y la astrología sentó las bases de la astronomía.

La magia se divide en dos categorías principales: blanca (o del bien) y negra (o del mal). La magia blanca se puede emplear para eliminar o paliar los efectos de la magia negra, que se invoca para matar, hacer daño o satisfacer el propio egoísmo. Durante la edad media, la magia negra se asociaba a la brujería, la hechicería y la invocación de los demonios.

Las prácticas mágicas pueden agruparse en cuatro categorías. La primera, llamada ‘magia simpática’, se basa en el simbolismo y la realización de los deseos. Para lograr el efecto deseado se recurre a la imitación o el uso de ciertos objetos asociados. Así, por ejemplo, se piensa que es posible hacer daño a los enemigos clavando alfileres en una imagen que represente su persona, recitando sus nombres en un conjuro o quemando cabello o uñas de su cuerpo. Del mismo modo es posible adquirir la fuerza, la velocidad o la destreza de un animal comiendo su carne o empleando instrumentos fabricados con su piel, sus cuernos o sus huesos. La práctica del canibalismo se basaba en la creencia de que al comer la carne del enemigo se adquirían sus cualidades, principalmente la valentía.

La segunda es la adivinación, adquisición del conocimiento secreto a través del sortilegio (echar la suerte), el augurio (interpretación de presagios o portentos), la astrología (interpretación de las posiciones y conjunciones de las estrellas y los planetas) y la lengua (mensajes emitidos por personas en estado de trance, ministros del oráculo o médiums).

La tercera forma de magia recibe el nombre de ‘taumaturgia’ —o capacidad para obrar milagros— que engloba la alquimia, la brujería y la hechicería.

La cuarta y última modalidad es el encantamiento o recitación de conjuros, versos o fórmulas que contienen los nombres de los seres sobrenaturales o las personas a las que se pretende ayudar o dañar. Por lo general, los ritos mágicos se basan en la combinación de todas estas formas.